Pues aquí van las mías, que por cierto, hay alguien que chupa mucha cámara...
Central Nuclear de José Cabrera para el recuerdo.
En esta, aunque no lo creáis, puedo dar fe de que se trata de nuestro Santo Inquisidor inviertiéndo su papel y rogando a Hati rodilla en suelo que redujese sus emisiones, harto de tragar esencia de Castrol...
Os voy a contar un secreto. No lo reconoce, pero a Jim le encanta el cuero. Y aunque lo parezca, NO, no estamos tocandonos nuestros respectivos culetes... Sin embargo, no puedo decir lo mismo de Tarzaaan, que aunque no nos alcanzaba con las manos, prefiero no saber que en qué está traduciendo esa lasciva mirada a mis apretadas posaderas.
Y lo que todos pensáis y que nadie se atreve a peguntar. Pero la respuesta es SI. Claro que hubo actuación artística melódica traumática musical. Como no podía ser de otra forma, Tarzán puso la música al violín (creo que le falta echar un poco hacia delante las rodillas y un movimiento sinuoso en sus hombros...). Nuestro querido Jim se arrancó con los tacones al más puro estilo Joaquín Cortés. Barbilla al frente y brazos... más que en jarra... en aceitera. Y Hati, que llevaba mucho tiempo sin ensayar, no se lo ocurrió otra cosa que arrancarse a bailar el Chiquilicuatre haciendo el "Robocó" (con música de violines, de verdad que no lo entiendo).