Probando una "Superdiuk" 1290
La historia empieza cuando decido rellenar el formulario de solicitud para una prueba en la web de Ktm. Para mi sorpresa, al día siguiente me llaman para concretar día. Tras retrasar la fecha varios días por mal tiempo finalmente llega el momento.
Mirando la moto con detenimiento se percibe el salto de calidad. Los acabamos han mejorado mucho respecto a los anteriores modelos. No abusa tanto de los plásticos con acabados mates llenos de pegatinas, aunque alguna pieza siga así, como el protector del radiador/depósito, desde mi punto de vista de manera acertada, ya que tiene pinta de ser una pieza barata de substituir en caso de caída. El resto como digo, está a muy alto nivel, faros con luces diurnas de led, intermitentes de led, embellecedores en los huecos del chasis, hasta el portamatrículas me ha parecido que era de aluminio. Si nos ponemos muy tiquismiquis nos podríamos quejar de los típicos orificios sobrantes en el motor o el clásico depósito de líquido de frenos que no ha cambiado en 30 años.
Plantado delante de la moto presenta un estampa imponente. El diseño del depósito de combustible le da un aspecto masivo. El motor sin embargo es estrecho y para nada parece que haya dos cilindros de 650cc ahí dentro, que se dice pronto. Conserva el estilo del visor de nivel de aceite de los anteriores lc8 y han colocado el nivel de refrigerante a la altura de la rodilla izquierda en un punto muy visible.
Un punto que me ha gustado es que a pesar de esconder la mayoría de tornillería tiene pinta de ser una moto muy fácil de desmontar y ponerse a trastear. El asiento por ejemplo va sin tornillos, una vez sacas el del paquete sale a presión, por cierto debajo está la ecu, por lo que imagino que la batería estará entre la tija y depósito, como pasaba en la 690.
Subimos a la 1290
Una vez subido a ella la moto desaparece de tu vista, de ahí que prácticamente no haya podido sacar ninguna foto decente con la gopro. La ergonomía en general es bastante menos radical que su aspecto. El manillar se encuentra a una altura mas cerca de una SM que de una RR. Las estriberas no me han parecido nada radicales. Personalmente hubiera preferido una ergonomía más radical, sobretodo para exprimir el moto que lleva. El asiento se siente deportivo sin llegar a ser incómodo, estrecha en la zona de las piernas y perfectamente válida para gente no muy alta.
Tiene el centro de gravedad muy bajo y moviendola en parado me ha recordado más a un scooter gordo que a una R o una trail. Sorprende en ese sentido porque se siente muy ligera a pesar de lo que pueda poner en las revistas, 200/210 kg llena creo recordar. Maniobrar con ella es como hacerlo con una 600 y aquí encontramos el posible mayor fallo de diseño que he encontrado, y es que al girar a tope la dirección puedes llegar a golpear el depósito con tus manos si no tienes cuidado o llevas unos guantes muy gordos, algo que se incrementaría con una manillar mas bajo. Al menos la unidad de pruebas tenía así ajustados los topes de la tija inferior. En su defensa puedo decir que el radio de giro es bueno para el tamaño de la moto y que otras streetfighters solucionan ese problema simplemente dándole un radio de giro ridículo. Otra pega que le voy a poner es la pata lateral, que deja la moto muy vertical y en una de las paradas que hice tuve que buscar una grieta en la calzada porque no me fiaba de que el viento tirara la moto.
Giramos la llave y se encienden todas las lucecitas del cuadro. A la izquierda tenemos la pantalla del ordenador de abordo, que es la que nos interesa trastear. 3 modos de conducción, regulación del control de tracción y del abs, 2 parciales con kilometraje, velocidad media, consumos, autonomía restante, temperatura ambiente y voltaje de batería. A la derecha tenemos cuadro con cuenta revoluciones, velocidad, nivel y combustible, temperatura del agua y chivatos luminosos. Por lo general el cuadro se ve bien, aunque puede llegar a reflejar un poco ya que está muy expuesto. El diseño no es muy moderno pero ofrece mucha información. La altura del cuadro no queda muy baja.
Marchando con "la bestia"
Arrancamos la katy. Al ralenti el nivel sonoro es alto, cosa que luego no acompaña al uso ya que el silencioso de serie es muy restrictivo y le quita bastante gracia a la moto. El acelerador es electrónico, al salir de los primeros semáforos enseguida me recordó a la hyperstrada, básicamente el tacto del gas es el mismo. Tiene ese efecto difuso en las primeras revoluciones para suavizar el funcionamiento a bajas rpm del bicilíndrico. Hay que acostumbrarse, el lado bueno es que sale desde parado con muchísima suavidad y por encima de las 4000/5000 casi desaparece ese efecto "filtrado" para dejar un tacto mucho mas directo.
Los primeros kilómetros los hago por ciudad donde la moto se encuentra bastante solvente. A pesar de ser larga se mueve bien entre coches, el manillar no es demasiado ancho y los retrovisores apenas molestan. El cambio funciona bien y es suave, tanto que es fácil saltar de primera a segunda cuando buscas el punto muerto. Por lo general no me ha parecido mala moto para el día a día aunque el consumo medio me ha dado sobre 8 litros pero seguro que con conducción tranquila se puede mejorar. La prueba de fuego sería probarla en verano.
Aerodinámicamente está bien resuelta. Coincido con lo leído en algunas pruebas y es que el voluminoso depósito y el cuadro protegen bastante del aire, una cúpula adicional seguro que sería la guinda para su uso en autopista. Circulando a ritmo tranquilo insertas la quinta marcha a unos 140kmh, eso demuestra lo complicado, y peligroso para nuestro bolsillo, que supone estirar las últimas marchas en carretera abierta.
A nivel de ciclo la moto está a un nivel muy alto. Empezando por los frenos que lleva, sorprende porque me esperaba unos frenos que requirieran mucho tacto, pero para mi sorpresa puedes frenar sin miedo con ellos, tienen un tacto potente pero progresivo y el trasero también tiene buen tacto, además de una altura correcta de la palanca, donde otras motos me cuesta mantener una posición del pie cómoda sobre ella sin llegar a accionarla.
El motor es sencillamente espectacular. Suave en bajas rpm y directo el resto. No hace falta subirlo hasta arriba para cambiar de marcha, ni bajar a menudo. Tiene el empuje de la 1098 pero como 2000 revoluciones antes, aunque no estire tanto las marchas. Potente y elástico. No exento de fallos porque vibra bastante para ser un motor tan moderno, aunque sólo se siente en los estribos.
Sentir la rueda suelta es casi una constante a dar gas con decisión en el modo sport. La conducción recuerda mucho a la 950, siendo menos estresante de llevar que esta. Se adapta perfectamente a un estilo de sacar rodilla o un estilo trail, perfecto para esas curvas ciegas de ángulos muy cerrados. El chasis no es tan rígido, no tiene el aplomo ni la precisión de la italiana, con la puesta apunto de serie parece un poco nerviosa para circuitos rápidos como Montmelo, pero eso se convierte en una ventaja en carretera, donde como digo, permite jugar mucho con el contramanillar y cambiar de dirección sin haberla preparado antes. La entrada en curva es muy fluida y la retención del motor sorprende por ser casi inexistente, eso ayuda mucho a un mejor paso por curva y un menor requisito de tacto en el gas.
Conclusión
La moto me ha gustado mucho, salta a la vista. Cumple las expectativas que tenía en ella con nota y sé que con ella en carretera no echaría de menos el motor de la 1098, que es lo que me viene pasando con el resto de motos, con la ventaja de ser una moto ágil y cómoda para la calle. Todas las ayudas electrónicas son añadidos que valoro mucho, no los notas pero están ahí cuando hacen falta.
Puede que no seá la moto perfecta, pero todo está a un nivel muy alto, e independientemente de si su precio está justificado, es tope de gama en su clase. Digo esto porque el aumento de precio de las motos de última generación entiendo que se justifica sobretodo en su electrónica y su desarrollo, sin olvidar la calidad de su parte ciclo, pero son cosas que no todo el mundo valora. Hay que reconocer que la moto está bien estudiada en sus pequeños detalles y sale airosa en los conceptos que arriesga, dando esa comodidad y polivalencia en una moto que no sólo parece radical, si no que puede serlo si se busca.
Ahora viene cuando me preguntáis si me la voy a comprar o no. Pues no os voy a mentir, me gustaría, sé que con ella acertaría. Pero también te das cuenta al probar una moto así que es "lo mas de lo mas", que hay motos como la 950 que siguen siendo muy divertidas y si únicamente la quisiera para salir los domingos no compensaría el desembolso. Por otro lado al potente motor hay que sacarle provecho en un circuito. En mi caso lo lógico sería vender la 1098 y así dedicarme a una sola moto, que desde luego no me vendría mal, pero que como sabéis no sé lo que tardaría en venderla ni a que precio. A ver si Bmw me deja la s1000r para confundirme un poco mas.
Por cierto, si habéis leído hasta el final me gustaría saberlo, ya que aunque lo he escrito por gusto, dejar de tener sentido si a todo el mundo le parece un tostón, así tomo nota para la próxima, un saludo.
Fotos